Hablar de champagne es hablar de Dom Pérignon. Sinónimo de elegancia, calidad y buen gusto.
Dom Pérignon, mucho más que Champagne
Dom Pérignon es una de las marcas de champagne más icónicas del mundo, con una historia se remonta al siglo XVII. Nombrado en honor al monje benedictino Pierre Pérignon, pionero en la producción de champagne en la región homónima de Francia. Aunque no fue el inventor del champagne, sí se le atribuye la perfección de las técnicas de vinificación que ayudaron a establecer el método tradicional de producción de este vino espumoso.
Al religioso también se le atribuye la introducción de la mezcla de diferentes variedades de uvas (chardonnay, pinot noir y pinot meunier) para lograr un licor de mayor calidad y consistencia. Esta práctica sigue siendo fundamental en la producción de champán.
La marca fue fundada oficialmente en 1921 por la casa de champán Moët & Chandon. Desde entonces ha sido sinónimo de lujo y celebración. Además que se elabora únicamente en años excepcionales, lo que lo convierte en un producto exclusivo y muy apreciado.
Qué se puede esperar al abrir una botella de Dom Pérignon
Al abrir una botella, quien la sostiene se encuentra con una mezcla de aromas frutales y florales. Las notas de albaricoque, cereza, y frutas secas se entrelazan con matices de flores blancas y hierbas frescas. Con el tiempo, el champán desarrolla notas más complejas, como miel, pan tostado y frutos secos, gracias al proceso de crianza sobre lías.
Su textura es igualmente notable. Presenta burbujas finas y bien integradas que proporcionan una sensación suave y cremosa en el paladar. Esta “elegancia” es el resultado de una larga fermentación y envejecimiento dentro de la propia botella.
Uno de los rasgos más admirados de Dom Pérignon es su equilibrio. Combina perfectamente la acidez y la frescura con la riqueza y la complejidad. Esta “igualdad” permite que el champagne sea tanto refrescante como satisfactorio, lo que lo convierte en una opción ideal para diversas ocasiones.
Un meticuloso proceso de producción
La calidad de la que es sinónimo este vino no es casualidad. Responde a un meticuloso proceso de elaboración que solo admite la perfección. Su sabor no es resultado de accidentes.
Se elabora exclusivamente con las mejores uvas de las cosechas más excepcionales. Generalmente de las variedades Chardonnay y Pinot Noir. Asimismo, siguiendo el método tradicional Champenoise, cada botella pasa por un proceso de fermentación doble. Esta técnica, que incluye la fermentación en botella y un envejecimiento prolongado sobre lías, asegura la complejidad y elegancia del producto final. Y es que Dom Pérignon no es un champán que se disfrute joven.
Moët & Chandon: otras bebidas producidas por esta empresa
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Además de su famoso champagne, la casa Moët & Chandon también elabora otros tipos de vino espumosos y champagnes. Destacan el Moët Impérial y el Rosé Impérial.
De igual forma, esta compañía forma parte del Grupo LVMH, conglomerado francés que incluye otras empresas de lujo en el sector de bebidas, como Moët & Chandon, Dom Pérignon, Veuve Clicquot, Hennessy, cada una con su propio estilo y características. Al igual que marcas de otros rubros, como Louis Vuitton, Christian Dior y Sephora, entre muchas otras.
Dom Pérignon Vs. bebidas similares
Entre los “competidores” de Dom Pérignon destaca Veuve Clicquot. Un champagne conocido por su estilo robusto y su famoso "Yellow Label”. En una comparación directa, la bebida de Moët & Chandon destaca por su capacidad de envejecimiento, ofreciendo una experiencia sensorial que muchos catalogan de “superior”.
Por otra parte, al contrastarlo con otros vinos espumosos como Prosecco, la potencia de su sabor termina por imponerse. Mientras que el Cava puede resultar una mejor opción para quienes prefieran sabores terrosos.
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